Muchos
de vosotros recordaréis lo que me ocurrió en 2010. Tuve una caída fatal en la
que me hice varias contusiones en ambas piernas y un esguince muy fuerte en el
tobillo derecho. La fatalidad quiso que fuera estando en mi puesto de trabajo
por lo que me llevaron a la mutua. El trato, tanto por parte del médico como
del fisioterapeuta que me atendieron fue de juzgado; aunque no denuncié, cosa
de la que siempre me he arrepentido. Estuve prácticamente un año para
recuperarme y poder caminar. A raíz de aquello escribí una “nota” en facebook
narrando como me sentía y fue cuando mi amigo Vicente Torres creó la página
Amigos virtuales de Berta Martínez Boronat (Enlace a la página: https://www.facebook.com/pages/Amigos-virtuales-de-Berta-Martínez-Boronat-Síndrome-de-Ehlers-Danlos/116792111714471 en la información podéis leer mi escrito).
Por aquel entonces fue cuando comencé mi labor de difusión sobre el Síndrome
con el que nací, creé la página en facebook Nací con Síndrome de Ehlers Danlos,
escribí una carta a El Periódico de Catalunya, que me publicaron como carta
destacada y posteriormente me hicieron una entrevista. He intervenido en varios programas de radio,
he creado varios grupos en facebook de diferentes países, un blog y
recientemente una pequeña Asociación.
El
pasado 24 de enero bajando las escaleras, en la portería de mi casa, me doblé
el pie izquierdo y me caí. Por suerte esta vez el daño fue relativamente leve,
aunque el pie izquierdo se me hinchó al momento a causa de un nuevo
esguince. Llevaba ya muchos días
caminando mal pues ese pie se me está deformando cada día más provocándome
fuertes dolores. Siempre camino despacio y mirando al suelo. Bajo las escaleras
agarrada; pero aún y así no pude evitar que el pie se me doblara imagino al
apoyar mal en el suelo por el dolor permanente que tengo. Mi marido me subió enseguida a casa donde yo
misma me practiqué una primera cura aplicando un buen pegote de pomada y
masajeando con sumo cuidado, para acto seguido ponerme hielo. Después de mi anterior experiencia yo no
quería ir al médico; pero mi marido me convenció diciéndome que era necesario
hacer unas radiografías para confirmar el diagnóstico, así que nos fuimos a
urgencias. Lo de menos son las horas que
estuve esperando y la mala organización pues ambas cosas se pueden justificar a
causa de los recortes ya que en urgencias no había ningún traumatólogo y se
tuvo que avisar a uno. La profesionalidad
ya es otra historia, una persona es profesional o no lo es, hace bien su
trabajo o lo hace mal, es más humana o menos… y en eso no influyen los
recortes, salvo eso sí, los recortes del alma.
Primero
me hicieron pasar a un despachito para saber lo que me ocurría. Allí lo
expliqué y por supuesto comente lo del síndrome, a lo que la enfermera me contestó que no me
preocupara que estaba todo en mi historial y que el doctor ya lo leería. Debía esperar de nuevo en la sala, me harían
las radiografías y luego ya me vería el traumatólogo. Después de horas esperando, me entran a la
consulta del doctor sin haberme hecho las radiografías. Me mira, me toca el pie
y como me duele mucho en un punto concreto me dice que igual hay rotura; pero
que como no me han hecho las radiografías tengo que volver a la sala de espera
hasta que me avisen para hacérmelas. Fue todo tan rápido que apenas pude hablar
con él; pero pensé que luego ya le comentaría que tengo Síndrome de Ehlers Danlos. Al rato me llevan a hacerme las radiografías
y de nuevo a esperar. Por fin me vienen a buscar y me llevan de
nuevo a otro despachito. Cual no es mi sorpresa cuando veo que entra una
enfermera y empieza a vendarme el pie sin ningún tipo de explicación. Vendaje que permitía la total movilidad del
pie, vamos que eso y nada hacían el mismo efecto. Después me dijo que esperara unos minutos que
vendría el traumatólogo. La verdad es que durante los minutos que estuve
esperando a que viniera el médico no pude evitar partirme de la risa y hacer
comentarios llenos de humor con mi marido; a pesar de que lo que me apetecía
hacer era cagarme en todo lo cagable (con perdón). Visto lo visto cuando vino
el doctor ya pasé de comentarle lo del síndrome, que por supuesto no había
leído ya que ni se miró mi historial. Pensé que lo mejor era irme ya para casa
pues estaba muy cansada, y que en caso de que yo viera un empeoramiento del pie
acudiría a otro hospital en los días siguientes. Me dio el informe con el diagnóstico de
esguince y me remitió en una semana al doctor de cabecera; o sea que ni
siquiera control por parte de un traumatólogo.
En este punto es cuando yo me pregunto ¿De qué me sirve que me estén
controlando periódicamente en un importante hospital de Barcelona, tanto internista,
como reumatólogo y traumatólogo, si ante un caso así no tengo forma de
concertar una visita con ninguno de ellos, ya que el médico de urgencias ni se
molestó en escucharme, de hecho no tuve ni opción de hablar, ni se leyó mi
historial?
Pues
esperad, que aún no he terminado, lo mejor aún está por llegar.
Pedí
visita para el médico de cabecera, pero no para una semana, sino para casi 15 días
después, ya que como todos sabemos las personas con Síndrome de Ehlers Danlos
tardamos mucho más en curar que cualquier otra persona. Tengo un tobillero ortopédico que me lo puse
en cuanto llegué a casa para que éste quedara totalmente inmovilizado. Y reposo total. Debo decir que, por motivos personales mi
médico de cabecera lleva una temporada ausente, por lo que de manera
provisional y como es lógico, hay un suplente en su lugar. Hace muchos años que tengo el mismo médico de
cabecera. La primera vez que me visitó no tenía mucha idea de lo que es el SED
y en cuanto supo mi caso, se preocupó no sólo por aprender todo sobre el
síndrome sino que también lo habló con algunos de sus compañeros y
enfermeras. Es, sin lugar a dudas, un
gran Profesional de la Medicina, excelente como médico y mejor persona. Pero como digo, ahora hay un suplente. Pues
bien, ayer fui a la consulta. No miré el reloj; pero creo que si estuve
cinco minutos dentro estuve muchos. NI
ME MIRÓ EL PIE. Le comenté lo de la
hiperlaxitud y me dijo: “Bueno, tú misma ya irás viendo cómo va. No hace falta
más”. “¿Y cuando vuelvo?” le pregunté. “No hace falta que vuelvas” Me
contestó.
Así
que aquí estoy, en casita, con la “pata quebrá” sin poder apoyar el pie en el
suelo y dejadita de la mano del Galeno una vez más.
¿Recortes
sanitarios? Sí los hay. Pero mi situación de desamparo no es causa de éstos.
Causa sería que me dieran hora de visita dentro de meses, eso sí. Pero que no
se me remita a un traumatólogo, a rehabilitación, ni a nada de nada no es por
los recortes, sino por la falta total de profesionalidad de los médicos que me
han atendido.
Claro
que podía haberle pedido que me remitiera al hospital, a mi traumatólogo; pero
temiendo un no por respuesta, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, preferí
no decir nada porque lo que menos necesito es un berrinche. Por suerte en unos días me toca la visita de
control con el reumatólogo y tengo la esperanza de que éste muestre un poco de
interés.
Hay
un par de hechos más que he vivido estos días; pero que prefiero omitir, pues
espero que llegue el día para poder expresarlo en el lugar adecuado y
directamente en la cara del implicado.
Estoy
harta de dar con profesionales de la medicina como estos, que encima te miran
como si fueran Dios. Y sólo puedo decirles que en el fondo lo único que me
inspiran es mucha mucha lástima, porque escogieron libremente una profesión
gracias a la cual pueden hacer mucho bien y en cambio lo único que hacen es dar
por saco y ensuciar el buen nombre del colectivo médico. Ya he dicho muchas veces que soy consciente
de que existen más de 7000 enfermedades raras y que un médico no puede saber de
todas; pero es su obligación aprender y tratar a sus pacientes con la dignidad,
respeto y atención adecuados.
¿Juramento
hipocrático? Jajajajajaajajaa Me rio yo.
Mi página en facebook Nací con Síndrome de Ehlers Danlos: https://www.facebook.com/pages/Nací-con-Síndrome-de-Ehlers-Danlos/162467723765081
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